sábado, 9 de marzo de 2013

EL FANTASMA QUE ME PERSIGUE SE LLAMA PASADO

El fantasma que me persigue toca cada mañana mi ventana, sin importar si quebranta un sueño perfecto o me salva de una pesadilla de la que siempre soy protagonista junto a el...

Al abrir mis ojos busco la lucidez de mi mente, instantes pasan y descubro que nuevamente sigo en el mismo lugar, enfrentándome a algo que aunque creo conocer, la realidad me enseña y me demuestra que sigue siendo un desconocido.

He tratado de conversar con él, pues me sigue a todas partes, sin aceptarlo o quererlo, tiene invitación propia y derecho aparente de ser parte de mi rutina de vida..., al tiempo ha tomado tal confianza que en mi mesa al momento de comer se sirve bocado con libertad, mortificando aquellos momentos significativos y dejándome con un silencio con sonido amargo.

Ya son 7 años en que este fantasma y yo tomamos café en la misma taza, al afeitarme compartimos hasta el mismo espejo, es parte de mi sin quererlo o invitarlo; se alimenta del día a día, de lo que hago, de lo que pienso, de mis fracasos o errores hace gigantes que escoltan su camino junto al mio.

Este fantasma que se adhiere a mi como un parásito se dignó a dejarse conocer y se presentó como mi pasado, sin entender las razones, y consternado, entre el silencio y mi respiración un espacio de recuerdos y momentos pasó por mi mente como una vieja película de los años 60`s, toda mi vida estaba allí, una síntesis de los primeros años en donde todo se escribió con el papel hecho de magia y escrito con colores tan hermosos como los del arco iris.

Y entonces ese fantasma se sentó a mi lado, vestido con ropas oscuras como la muerte, encendió una vela y en su llama comenzó a proyectarse mi juventud, recordé mis viejos amigos que ya no recordaba, aquellos momentos de colegio que estaban tan empolvados como los libros y albunes de fotografías de la biblioteca de mi casa. Aquellos amores de juventud por un momento me hicieron sentir como sentía en aquellos días, las mariposas, el susto, el miedo, la angustia, en fin tantas cosas que se experimentan al sentir el primer amor de la vida.

Fueron solamente segundos, segundos equivalentes a muchos momentos, en cronología años, los buenos momentos se fueron despareciendo de mi vista y un frió intenso se apoderó de aquel lugar, de aquel momento, de aquel instante... Olvidé al fantasma, olvidé donde estaba, lo olvidé todo. Recuerdos no tan gratos se apoderaron de mis ojos, decisiones mal tomadas en momentos inadecuados pasaron por mi mente una y otra vez, parecía no tener final...

Un fuerte viento me sacudió y nuevamente frente a mis ojos este fantasma que en cada momento está juntó a mi, se fue acercando lentamente con un rostro cabizbajo que dejaba mostrar lentamente mientras se acercaba hacia donde yo estaba. Segundos y lo miré por primera vez, era de tez blanca, cabello corto, ojos turquesa, mirada intimidante y picara y sonrisa alentadora;  suspiré y guardé silencio, mi alma se apoderó de mi cuerpo; ya no sentía mis brazos, mis piernas habían desaparecido, olvidé respirar, pero tuve la fuerza de mirarlo cara a cara... ese fantasma era yo... 

Momentos y más momentos pasaron frente a mis ojos una y otra vez sin escrúpulos los momentos fueron recordando mas y mas mis fallos, mis decisiones, mis errores; los hechos del destino marcaron mi pasado desencadenando una cadena que me ata desde el 2006... continuará








No hay comentarios: