miércoles, 25 de febrero de 2009

Para ti Ronald

Es increíble como corre el tiempo, con el cada una de las cosas y momentos lindos e importantes que vivimos, pero quizás lo más importante, aquellas personas que han llegado a nuestra vida a pintar con su color nuestro camino, de la forma más noble, tierna y desinteresada, siempre en busca de trazar una sonrisa en nuestro rostro…

A veces no somos capaces de entender el por qué de las cosas, el movimiento de la vida, mucho menos el verdadero significado de la misma, y en estos momentos es cuando las interrogantes desfilan por nuestra mente y por nuestro corazón, y nos hacen cuestionar la decisiones de la vida y de Dios.

Hablar de Ronald se traduce en un sin de cosas lindas, buenas y especiales, que cada uno de nosotros llevamos en nuestro corazón, producto de todo aquello que Ronald cosechó en nosotros durante estos 29 años, que Dios y la vida le permitieron compartir con nosotros.

Recuerdo cada uno de los muchos momentos que compartimos juntos, las veces que jugamos cuando éramos pequeños, las varias mejengas en las que jugamos vacilando y gozando de la vida, en fin, cada uno de aquellos momentos diferentes, en los cuales siempre Ronald nos regalaba una sonrisa eterna y una mano amiga.

Recuerdo cada uno de tus triunfos, que conquistaste con éxito y con ese valor tan especial, que quizás muchos carecen, la humildad de seguir siendo siempre el mismo, a pesar de crecer en la vida y alcanzar la cima de la misma.

La humildad de saber el valor de las cosas y el sentido de la vida, la humildad de ser capaz de reconocer los errores, pero sobre todo, la humildad de haber sabido siempre de dónde provino y nunca haber olvidado su raza, su gente, gente por la que diste todo de ti, esa raza, tu raza, los que estamos hoy aquí llorando tu ausencia física, pero sintiendo más, tu presencia espiritual muy dentro de nosotros y de nuestro corazón.

Hay una frase muy especial para mí y que solo digna de aquellas personas que han sabido ser grandes en la vida, “los hombres grandes son de ayer, de hoy o del mañana, pero los grandes hombres son por siempre”…, y eso es lo que eres un gran hombre, un gran hermano, un gran amigo, un gran hijo, y no digo fuiste, porque el fuiste, se queda y vive en el pasado y se alimenta del olvido y tu eres nuestro presente y nuestro futuro por siempre, porque tu recuerdo se anida en lo más profundo de mi alma, de nuestra alma.

Esa alma que muchas veces recibió tu consuelo en momentos difíciles, esa alma que aprendió a ser una sola junto con la tuya, esa alma amiga que extraña hoy a aquel amigo, aquel hermano, aquel hijo, que siempre estuvo ahí para dar apoyo y alegría.

Porque el significado de Ronald solo puede estar en el corazón de nosotros, los que lo quisimos, y que se ve reflejado en el recuerdo de esa persona que unía, por mas diferentes que fueran las personas.

Sus palabras de aliento, su forma de escuchar, sus consejos, aquella broma que hacía reír y olvidar los problemas, o malos momentos; sin duda alguna hacían valer en él, el verdadero significado de ser amigo.

Amigo que era capaz de dejar cualquier cosa botada por un amigo, siempre poniendo muy por encima de sus intereses los de los demás, cuyo reflejo más evidente está en cada lágrima, que brota de nuestros ojos y nuestro corazón al recordarlo.

Ronald hoy quiero decirte gracias, gracias por haber sido parte de mi vida, por haberme visto como uno más de tu familia, de tu sangre, por haber sido tan especial, por haberme querido como un hermano, porque sé que al final de nuestro camino, nuevamente nuestros caminos se unirán y seguiremos siendo lo que fuimos, lo que somos.

Sé que desde el cielo donde estás Ronald les das las gracias también, por haber sido parte de tu vida, por haberte permitido compartir lindos momentos y sé que ahora más que nunca confías y necesitas de tus amigos, para que cuiden y apoyen a María, a Tony y a Luis

Y recuerden lo que siempre decía Ronald para que nunca lo olviden: “hay que vivir el hoy porque el mañana no existe”

Ronald, chivo como de cariño le decían sus amigos, siempre vamos a estar con vos” y siempre estarás en nuestro corazón, como el más vivo recuerdo de lo que eres para nosotros.

El mejor recuerdo de Ronald está en cerrar nuestros ojos, mirarlo siempre sonreír, con sus ocurrencias, pero siempre con las ganas de vivir y de enfrentarse a la vida…

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