domingo, 1 de febrero de 2009

Solamente lo que odio

Es difícil tener que tomar una pluma y escribir aquellas cosas que no me gustan, cuando la vida es un sin fin de nuevas y ratificantes experiencias, que a lo largo del tiempo y del camino se traducen en conocimiento y madurez y que permiten una profunda realización como persona.

Pero en la vida no todo es color de rosa y así de la misma manera como por generaciones los seres humanos hemos tenido divergencias entre nosotros mismos, es que llego a comprender que cada persona es única en su forma de pensar y de sentir, aunque tenga ciertas similitudes con otros de su misma especie.

No siempre estos patrones serán aceptados por los demás; lo cual hace que existan oposiciones en cuanto a forma de actuar, de pensar y de expresarse, provocando en mi una sensación de no aprobación o intolerancia ante ciertos hechos, posiciones o pensamientos de los demás que forman mi esfera.
Para no hacer muy largo este relato y poder transmitir de forma directa y clara esas cosas que no me gustan comenzaré con la primera de ellas, aclarando que se enumerarán al azar, sin orden de preferencia.

Detesto que algunas personas siempre muestran una cara que no es al principio de una relación interpersonal, sea amistad, noviazgo, etc y luego revelan su verdadera identidad; sumado a esto no me gusta la hipocresía ni las mentiras, aunque por ende comprendo que esto es como el pan de cada día entre nosotros los seres humanos.

Otra de las cosas que odio es la falsa idea estereotipada y de materialista que se le tiene al sentimiento del amor, pues con el pasar del tiempo se ha ido dando un valor mas comercial que sentimental, hecho que se ve reflejado cada 14 de febrero, donde lo material es quizás lo más importante en relación con una caricia o una palabra dulce al ser amado.

El materialismo como centro de la felicidad humana es otra de las pulgas que me pican día a día; cuando las personas olvidan ver y sentir la magia de la vida y no encuentran otro significado más que el que su bolsillo pueda comprar; y dejan su felicidad a merced del dinero, clase o posición en una sociedad que día a día se hunde, pero ya no es en los vicios tradicionales, sino mas bien en los vicios de la codicia, materialismo, etc; y que me atrevo a afirmar que son mucho más perjudiciales porque no solo afectan el cuerpo sino también el alma de las personas.

Odio la burla, la ironía, las malas vibras y la envidia de las personas, aún más cuando provienen de aquellos o aquellas que dicen tener un grado de afecto hacia nosotros.

Al final de cuentas son muchas las cosas que odio y que por razones de tiempo no puedo expresar, pero para finalizar quizás una de las cosas que más odio es que las personas sepan los errores que cometen y no hagan nada por remediarlos o lo que es peor, que le hagan “porra” al viejo refrán que dice así: “el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”, y por último algo que no me simpatiza es que quizás usted que esta leyendo esto tenga algunas de las cosas que odio y se haga el despistado o despistada pudiendo prestar atención y reflexionar si en verdad sus comportamientos lastiman o incomodan a los demás.

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